El Pan de Ambato, saliendo del horno de leña

Delicados

Así de sugestivo

te ha bautizado el ancestro.

Tú tamaño es sinónimo

de lo que tu estructura resiste.

Tú color canela,

hace juego con la cesta.

Tú forma de domo

facilita el bocado,

los dedos como tenazas se activan

y te empujan a brindar tu encanto,

y así te instalan en tu último viaje.

Un abrir y cerrar de labios,

un molar que el maíz tritura,

la quijada que oscila rauda,

con el crujido que trozar provoca.

Ya los fluidos a la sequedad combaten

y la masa que al final se forma,

agrega sentido al paladar usado.

Así remonto un recuerdo grato,

que me ha aparecido en esta infancia plena,

para probar con delicado encanto,

lo que he escondido en mi bolsillo roto.